Archivo de la categoría: MICROFICCIONES

Como si quisiera que me adelantara en el tiempo hacia un desenlace, una zarpa purulenta emerge desde un vaho nebuloso para mover las páginas por mi.

El Barclay encendido entre los dedos, pantalón amasado, botas de cuero blanco con flecos. Sí, esa era ella insiste sosteniendo la fotografía polaroid. Crespa de ventolera costera, con su peto de broderie, se señala entre el millón de amigos que … Seguir leyendo →

Alargar una cana con los dedos, sostenerla de una punta a otra y estirar, estirar, estirar con fuerza, tratando de volverla dócil, de suavizar su textura, lograr tal vez que desaparezca sobre tu almohada antes de que despiertes.

Disfruta de auto complacerse, después de todo nadie puede conocer mejor la vena en que yace y se yergue el éxtasis, la pulsión que la extravía, su ritmo y compás. Nadie sabe mejor, lo sabe. Encaja a fondo los colmillos … Seguir leyendo →

No era una buena mujer. Eran sus ojos. Mataba, destripaba, destazaba, abría en canal. Cercenaba, rasgaba, hilachas de piel, jirones de carne, vísceras revueltas yacían al crisol de su mirada. Por eso yo la amaba.

(Memoria, a un año del estallido social, Santiago de Chile, Octubre 2019) Había golpeado en el lugar preciso para causar el daño, estaba entrenado para ser así de certero. El hombre, aunque reducido, continuaba sin bajar la mirada. Le asestó … Seguir leyendo →

Si, acostumbro a cavar en las profundidades, ciertamente el volumen de mi osamenta puede calcularse fácilmente en base al hueco que dejo a mi paso, incluso estos datos empíricos palidecen como prueba ante los restos de tierra fresca acumulada bajo … Seguir leyendo →

Cuando solicitó jubilación anticipada me angustié por un momento. Toda la responsabilidad caería ahora sobre mí. Tendría que hacer el trabajo de ambos sola. Pero cuando sustituí la placa dorada con su nombre por la austera placa de bronce con … Seguir leyendo →

Hace dos semanas que no encuentro sus ojos azules y yo sé que ahí estaban, eran el puerto recurrente donde anclar luego de la travesía, al sur de las verduras frescas, a orillas de las costas  que bañan las frutas … Seguir leyendo →